miércoles, 8 de septiembre de 2021

IN MEMORIAM: DR. JUAN MANUEL OUTOMURO PEREZ

El 6 de agosto de 2021 una noticia estremeció a muchos compañeros y pacientes del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Meixoeiro de Vigo. "El Dr. Juan Manuel Outomuro Pérez ha aparecido muerto en su domicilio, tras no presentarse a su puesto de trabajo en los primeros días del mes de Agosto". Continuaba la triste noticia, que debido al disfrute de sus vacaciones durante el mes de Julio, "nadie" había imaginado que había fallecido el mismo día que inició su periodo de descanso estival.

No voy a hablar más de este triste acontecimiento, lo voy a hacer de lo que ha significado el Dr. Outomuro para sus pacientes, sobre su actividad investigadora pasada y hasta ese momento ingrato, sobre su carrera brillante de Medicina, sobre su Especialidad y su  Doctorado, sobre la exquisitez con la que trataba a sus pacientes, sobre el deseo conseguido de trabajar con su amiga Virginia Pubul en el Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, sobre su estudio sobre la amiloidosis que compartía celosamente con su compañeros Francisco y Ceferino, sobre trabajadores de su servicio a los que respetaba y pedía consejo, como el Dr. Nogueiras, a su amigo de seguridad (no recuerdo su nombre) pero al que me consta que apreciaba, a muchos de vosotros de los que me hablaba y a los que siempre recordaba con cariño y aprecio.

El Dr. Juan Manuel Outomuro Pérez nació en Orense un 2 de enero de 1968, estudio Bachillerato en un colegio de carácter religioso en su ciudad y se trasladó a Navarra para cursar los estudios de Medicina en la CUN de Pamplona, dónde gestó amistad con compañeros de Farmacia, Química, Derecho,..., y a los que siempre mantenía en su memoria.

Una vez acabada la carrera de Medicina en Pamplona, se decantó por realizar la especialidad de Medicina Nuclear en la Universidad de Santiago de Compostela, en el antiguo Hospital Xeral en la calle Galeras. Realizó su Doctorado, dedicando su tesis doctoral a sus padres (ambos ejercieron la profesión de docentes durante su vida profesional), la cual fue calificada como Cum Laude, máxima calificación posible en el Doctorado.

Poco tiempo después, se desplazó a Vigo para trabajar en el Servicio de Medicina Nuclear, que en esos momentos dependía del MEDTEC, hoy en día llamado GALARIA. Ejerció su profesión con dedicación  y entrega a sus pacientes. Una de ellas se llamaba  "Martita" (así la llamaba con cariño por su corta edad), una niña a la que trató de una patología muy dura hasta su curación y la cual, por agradecimiento le realizó un cuadro que él conservaba en una de las paredes de su casa. El Dr. Outomuro, al enterarse que Martita quería ser médico, le regaló un fonendoscopio, le emocionaba mucho saber que la profesión que había elegido Martita había estado influida por lo que había visto en él como profesional. 

Su compañero inseparable, su amigo Fran, al que apodó con el nombre de "Mycroft", ambos enamorados del personaje de Sherlock Holmes y sus historias. 

Era un médico distinto a todos, entraba en la sala de exploración para tener contacto visual directo con sus pacientes, haciendo menos angustiosa la espera entre y durante las exploraciones. Siempre entregaba el número de teléfono del servicio a sus pacientes, por si tenían alguna duda. Siempre los tenía en mente, siempre estaba para todos.

Le apasionaba la Neurología, era tremendamente meticuloso en sus estudios, por lo que además obtuvo el Premio Cádiz por su trabajo sobre la SPECT cerebral en la localización del origen de las crisis epilépticas. También realizó trabajos de investigación gammagráfica en Nefrología,...

El Dr. Outomuro era un apasionado, un enamorado de la música, un perfecto melómano que adoraba el sonido de la guitarra y del piano, los cuales tocaba magistralmente. Una enorme colección de guitarras y sus dos pianos eran sus objetos más preciados. Otra afición que le apasionaba, el tenis y en concreto, el revés de su idolatrado Federer.

A pesar de ser un gran ser humano que adoraba la soledad buscada, siempre encontraba un tiempo para visitar a sus padres. Contaba que disfrutaba con el "vermut" que compartía con su padre antes de la comida, cuando el tiempo climático y la salud lo permitía. Lo describía alto y guapo como un actor de Hollywood. Me consta su admiración.

Había conseguido el traslado al CHUS junto a su amiga Virginia, compañera de la que siempre hablaba con mucho aprecio. Ese traslado era su mayor ilusión, su sueño desde hace muchos años, que por desgracia quedó en eso, sólo un sueño.

Estoy segura de que muchos compañeros y amigos suyos, se emocionarán al leer estas palabras, otros no, allá sus conciencias. El Dr. Outomuro se merecía unas palabras de despedida, quizás no escrita por mí, igual debería haberle dedicado unas palabras su jefe de servicio, sus superiores, hubiera sido un bonito homenaje por su parte hacia el compañero que han perdido. Valgan mis palabras para agradecerle su paso por esta vida. Descanse en paz, Dr. Outomuro. 

2 comentarios:

  1. Es muy triste que un gran ser Humano y von una trayectoria profesional haya muerto tan joven y en Soledad. Había wue aclarar la causa de la muerte, ¿muerte natural a su edad? Muerte Natural... ¿Que es eso de muerte natural? Sería de interés público y por interés de miles de Seres Humanos ¡saber si hanlleevado la eugenesica inoculación a wue llaman ahora 'vacuna Covid"! Que Descanse en Paz, y que su família aclare de que ha muerto. Muy triste todo.

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  2. Es muy triste que un gran ser Humano y con una trayectoria profesional haya muerto tan joven y en Soledad. Había que aclarar la causa de la muerte, ¿muerte natural a su edad? Muerte Natural... ¿Que es eso de muerte natural? ¡Sería de interés público y por interés de miles de Seres Humanos saber si han llevado la eugenesica inoculación a que llaman ahora 'vacuna Covid"! Que Descanse en Paz, y que su família aclare de que ha muerto. Muy triste todo.

    Perdonen los errores ortográficos y las preguntas que hago. Hay que llamsr al Delegado de Salud de la Junta de Galicia.

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