domingo, 20 de junio de 2021

HAY SEMANAS VENENO

 Lleva toda la semana lloviendo sin parar, por dentro y por fuera de mí, huracanes de viento que hacen volar los olores que me acercaban a los recuerdos, agua que no limpia, sólo ahoga. Lleva toda la semana llegando noticias de penas, de amigas rotas que se recomponen delante de mí, sin darse cuenta de que la que traga lágrimas de tristeza es la otra, la que apoya la cabeza sobre sus brazos doblados, la que las escucha e intenta sacarles la sonrisa más linda. Lleva toda la semana rondándome la cabeza un "morcego negro", de esos que esquivan los trompazos que me como yo, !malditos bichos!, así se os averíe el radar y os estampéis contra una roca, de granito, radiactiva, y con pinchos, ya por pedir, que no sea...

Lleva toda la semana rondándome en la cabeza la idea de escribir una verdad de esas que valen por mil mentiras, de lanzar una flecha con fuego directa al destino, de aporrear la puerta del vecino inexistente, de meterle los dedos en los ojos al maquiavélico demonio, de cerrar la ventana tan de golpe que le pille los dedos para que sepa lo que duelen los arañazos invisibles.

Llevo una semana siendo Blancanieves, los enanos, el príncipe y la bruja, todos los personajes a la vez, según la hora del día puedo ofrecer una manzana envenenada a la indiferencia, pensar en besar de forma apasionada hasta volver al príncipe azul, ser la dulce fregona del castillo o volverme muda, dormilona, gruñona,,,,. todos ellos, menos felíz, que repelús me daba de pequeña esa sonrisa perpetua...

Llevo una semana en la que quiero retar, abofetear, acariciar, tropezar y levantarme con estilo, quiero llorar, reír, soñar, irme a Venecia y arrojar al gondolero al canal para desterrar el amor, quiero comer fresas con champán sin glamur y en zapatillas de casa, ir a la playa y bañarme desnuda para "lavar" mis malas vibras, subir a una montaña (o que me suban, estoy harta de hacerlo yo todo) para pegar tres gritos y quedarme como un globo deshinchado. 

Llevo una semana de luces y sombras, más de estas últimas que parecen pegarse a mi piel con pegamento, coño, que aburrimiento, que hastío, que sombras más negras...

Mañana empieza una nueva semana, y aviso al destino: hasta ahora te he permitido hacer conmigo un saco sin fondo, una consentidora, un buzón de voluntades, un charco de barro, un lo que te diese la gana, pero se acabó. En cuantito llegue la medianoche, todo  aquello que dejé aparcado hace tiempo por no sentirme capaz, se pondrá en marcha y que tiemble el mundo. Podré con más o menos, no lo sé, pero que cada cosa se pondrá en su sitio, eso seguro. Buena noche a todos, o a casi todos..., repelente.