lunes, 3 de septiembre de 2018

QUIMÉ

Mi querido Quimé, ya sé que llego tarde, que ya hace más de dos meses que te has ido, que esto te lo debo, pero seguro que también sabes que cuando algo me duele tanto, suelo callar, quizás esperando una cura que no llega, quizás intentando que el tiempo pase y el dolor se diluya. Absurdas teorías, lo sé.
He sido cobarde, mi querido amigo, he tardado en llamar a Nuria, en pasar por el estanco, en acudir a lugares que me recordasen a tí porque con tu ida he perdido parte de mi vida, se van los recuerdos, pierdo tu sonrisa, tus oscuros ojos tan iguales a los de mi hermano. ¿Recuerdas cómo nos reíamos, recuerdas aquel secreto que compartíamos y que sin duda se va contigo?.
Aquella maldita mañana recibí un mensaje, en él estaba escrito lo que no quería leer ni escuchar, el sorbo de café se quedó atravesado como si de un corte en mi garganta se tratara. La llamé, Quimé, la llamé para que me dijera "no, no fue él, él está aquí durmiendo a mi lado", pero me contestó, y su voz estaba rota de dolor. No hizo falta preguntar, ella me lo contó entre lágrimas, y yo, cómo siempre has sabido, cuando algo me duele tanto, no soy capaz de hablar, pierdo las palabras, no valgo para el consuelo, no valgo para nada.
Ya han pasado unos meses, es  absurdo dejar pasar el tiempo, eso no hará que regreses, ni que Nuria vuelva a amar como antes, ni que tus hijos recuperen al eje de su vida, ni que la vida de marcha atrás y te regrese.
Miguel se abrazó a mí y me decía llorando que no había podido hacer nada, que lo intentó todo pero que ya te habías ido. Lo abracé como si mi hijo fuera, con la intención de consolarlo, para robarle el miedo y la pena, casi sin darme cuenta que mi dolor era tan intenso como el suyo.
Hoy es el día en el que rompo mi silencio, necesito hablar de tí, de lo que eras en mi vida, de la parte que ocupaste, de lo que te echo de menos, amigo. Prometo cuidar de Nuria cómo si hermana fuera, a tus hijos como a míos propios , a tus amigos como tú harías con los míos. Te quiero amigo, no te olvidaré jamás. Ojalá exista un cielo para la gente buena, ojalá. Buena noche.