2021, has tenido la capacidad destructora de una guerra, sin posibilidad de defensa. Te odio por lo que sigues provocando a día de hoy, porque has dañado a mis hijos, los has asustando hasta el llanto, les has provocado un daño que no se merecen, has herido, a mis dos motivos, a lo que más quiero en esta vida, te detesto tanto...
2021, si fueras una persona, sería capaz de desearte todo el dolor asumible y te dejaría en esa frontera para que el sufrimiento te durara de forma infinita. Sería capaz de sentarme a ver como te lapidan sin parpadear para no perderme ni un solo lamento. Acabaría contigo sin tener el más mínimo sentimiento de piedad ni culpa.
2021, me has roto el corazón de dos formas salvajes, a traición, dejando en mi mente pensamientos que provocan escozor y me queman, que me resquebrajan y me ahogan. Has hecho que cada lugar, nombre, situación, sonido, canción o escalofrío me traiga a la memoria momentos cuyos recuerdos me arrasan con una tristeza tan profunda como el pozo más oscuro.
2021, te aborrezco y lo haré siempre, seguramente durante toda mi vida, sin dar posibilidad a que el olvido diluya mi pena.
Y al año que entra, si desear vale de algo, sólo te pediría que nos dejaras en paz, que mis motivos sean intocables, que podamos recuperarnos del desastre que has provocado en nosotros, que lo que hoy nos desespera, mañana nos duela un poco menos menos y que de una vez, tengamos la vida que ya nos merecemos.
Buena noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario