lunes, 4 de julio de 2016

MIL PALABRAS

Había sido un día complicado... no había luna llena, no podía verla...el silencio a veces duele...la soberbia acaba matándolo todo... mis hijos son mis motivos para siempre... cuando necesitaba un apoyo, ni ellos supieron ponerse de acuerdo... el invierno fue cálido, aunque siempre temblabas... te prometí una rosa y allí estaba yo, no ella, la llorona... los niños y los borrachos no mienten... me acusaron de querer hacerle daño... ella siempre ha sido así, hasta cuando nuestras camas eran gemelas... la echo de menos todos los días, era mi madre... que lejos queda la plaza de las aspas y cuanto dejas que se aleje... volver a mi trabajo me dará vida... aquel coche me separó de ella, se la llevo para siempre, maldito día... el color de sus ojos cambiaba según la luz, eso me decía... un día me regaló la luna, después se fue... he aprendido a como no quiero ser... estaré hoy, no para el día siguiente... él le ha dado una lección a todos los dioses de blanco... necesitaba volver a ser el primogénito, no por el orden, por ser simplemente él, mi niño... cada día intenta salvar a Martita, su chica, y eso me emociona... el sillón les cura las penas y los dolores... me gusta nuestra complicidad, los tres luchadores... necesito tiempo, aún no están preparados... tenía los labios perfectamente perfilados, se reía cuando se lo decía, era verdad... lo mejor, hablarle en carne... un paseo de madera que hace temblar... aquella complicidad en los sueños callados... despertares tempranos que buscan a su madre... navidades llenas de faltas insoportablemente queridas... notas de agradecimiento y calor... ventanas abiertas por las que no entra ni pizca de aire... días sin palabras, sin sentido, sin letras... terrazas vacías de lo que hubo ayer y no hoy... preguntas sobre el interior y el "corazoncito"... mis hijos, mi vida, mi todo... un vino cada seis meses para conservar una de mis amistades preferidas... no expresa, solo habla en silencio... la mecí en su cuna y luego la vi crecer, ahora es "mi niña"... yo también pasé miedo, no se nace, se hace... no me mires, mira hacia el cielo... deja de flotar en el mar como si fuese tu medio natural... no te calles, no me calles nunca... largas charlas que te reconfortan... no debí dejarla ir aquel día... tengo miedo a no ser capaz... a veces voy allí a sentirlos cerca... y cuando ya no sea, búscame allí donde pensaba. Mil palabras. Buena noche.

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